jueves, 26 de diciembre de 2013

modernizar el AEROPUERTO internacional de EL SALVADOR C.A

CEPA invertirá $31.5 millones en fase dos para modernizar aeropuerto
A un monto de $31.5 millones, CEPA ampliará a 23 estaciones de aeronaves, y construirá 5 salas de espera a partir de 2014 en el aeropuerto de Comalapa.


Autoridades de CEPA anunciaron la fase II para modernizar el Aeropuerto Internacional de El Salvador, el cual consiste en ampliar y optimizar de 18 a 23 posiciones de estaciones de aeronaves, así como se construirán 5 nuevas salas de espera para posiciones remotas.
Simultáneamente, dijeron, se mejorarán las facilidades migratorias y aduanales, así como se modernizarán las áreas públicas para pasajeros y acompañantes.
En la actualidad, el aeropuerto se encuentra saturado recibiendo a más 600 mil viajeros y se proyecta que para 2014 llegue a 1 millón de visitantes.
La Fase II del Plan contempla rehabilitación, modernización y optimización de las instalaciones y se llevará a cabo desde 2014 con proyección de finalizar en 2015.
En el mismo orden, CEPA informó que obtendrá los recursos para financiar la primera etapa de la ampliación de las instalaciones aeroportuarias que se esperan iniciar en enero del 2015 y que tendrán una duración de dos años por un valor de $115 millones.
El Plan Maestro está estipulado a ejecutarse en cuatro fases que se desarrollarán entre el 2014 y el 2032, a un monto aproximado de $490 millones y que permitirá aumentar progresivamente la capacidad del aeropuerto de 1.6 millones de pasajeros anuales a 6.6 millones para el 2032.
Dicho Plan fue elaborado por la empresa estadounidense Kimley Horn, que ganó la licitación; los trabajos serán realizados en el marco del asocio para el crecimiento entre los gobiernos de el Salvador y los Estados Unidos, informaron.
La modernización del Aeropuerto es una de las más grandes apuestas de CEPA, ya que se espera brindar mejores facilidades para la navegación aérea, así como dar mejores servicios a los pasajeros, visitantes y usuarios, manteniendo la certificación como aeródromo seguro, dijeron fuentes oficiales.

Totopostería preserva la tradición en Chinameca






“Hicimos la prueba y los que más gustaron fueron los de ajo y chile, el resto solo los hacemos por encargo.”
José Luis López Pacheco
totopostería Mis Tres Ángeles


Los totopostes y las tostacas forman parte de la gastronomía precolombina derivada del maíz, que aún permanece en el gusto de la población salvadoreña. Chinameca, en San Miguel, es uno de los pueblos de la zona oriental que se distingue porque aún conserva la tradición de elaborar estas bolitas de masa tostada que suelen consumirse como meriendas a la hora del café.

Ahí existen al menos seis totoposterías que fabrican esta golosina con las recetas ancestrales que han sido heredades de generación en generación, preparándolas aún en bateas (recipientes de madera) y cocinándolas en hornos de leña, tal como lo hicieron los indígenas que habitaron esta región antes de la llegada de los españoles.

Mis Tres Ángeles es uno de los negocios más famosos de Chinameca, pues además de ofrecer los típicos totopostes ha comenzado a incursionar con nuevos sabores que se ofrecen en diferentes lugares del país y hasta se llevan a Estados Unidos (EUA) por los salvadoreños que vienen a visitar a sus parientes.

José Luis López Pacheco, propietario de esta totopostería, cuenta que el negocio fue iniciado por su madre, María Juana Pacheco de López, en 1950, cuando él aún no había nacido. “De aquí mis padres nos criaron a mis tres hermanos y a mí, por eso todos aprendimos cómo se hacen los totopostes y las tostacas. Con el paso del tiempo, y al fallecer mi madre, solo yo me quedé con el negocio”, dice el hombre que durante 10 años se dedicó a labores como docente.

Don Luis cuenta que aún mantiene la receta original de su madre a base de maíz, manteca vegetal y sal para los totopostes y un toque de dulce de atado para las tostacas, que son pequeñas tortillas de maíz tostadas con miel en el centro.

“Cocinamos el maíz en leña, preparamos la masa en una batea de madera y lo cocinamos en horno de leña. El sabor y la textura de los totopostes y las tostacas dependen del amasado y el tiempo en que estos se dejen en el horno”, dijo.

El migueleño cuenta que el proceso para hacer esta golosina toma entre cinco a seis horas e inicia por el tiempo en que el maíz se cuece en las brasas, pasando por el molino y el amasado con manteca vegetal y sal, hasta las tres horas cuando las bolitas de maíz y las tortillas pasan al horno cocinándose a fuego lento, con el vapor que resulta de quemar una carga de leña de pepeto, chaquiro o laurel.