Miguel Martínez es un albañil que tiene 42 años de edad y desde hace dos da el sustento diario a sus tres hijos y esposa vendiendo pesas para hacer ejercicios que el mismo elabora.
Sus pesas las exhibe en un puesto callejero en la Avenida España, de San Salvador.
Algunas son de colores y otras las ha pintado de gris. Sus materiales son cemento, tubo de PVC, pelotas plásticas y platos plásticos. Con esto y su ingenio elabora pesas que vende desde 5 dólares el par, 10 y 15 dólares, dependiendo el tamaño.
Don Miguel cuenta que siempre se ha dedicado a trabajos de albañilería, pero cuando la situación en esa área se puso difícil para conseguir empleo, su esposa lo impulsó a elaborar las pesas.
Cuenta que para guiarse y elaborar los productos, acudió a un almacén para observar las pesas y tomar ideas para hacer las suyas.
"Las pesas en esos almacenes son caras, entonces me dije que podía elaborar algunas que fueran accesibles para las personas que quisieran hacer ejercicio sin invertir tanto dinero", dijo Martínez.
"La mezcla yo sé como se prepara, para saber si esta cargada, pobre o si es hidráulico. Este último se seca rápido, en una hora, pero no me conviene así que uso el que se endura en una noche", explicó.
"Esto me ha dado de comer dos años y medio. La gente viene a comprar mis pesas", añadió el salvadoreño emprendedor.
Como este compatriota, muchos otros salvadoreños buscan la forma de ganarse el sustento, elaborando diversos productos a mano.
1- Miguel Martínez en su puesto en la Avenida España
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